MEDIOAMBIENTE.

INUNDACIONES

Una inundación es un suceso natural basado en la ocupación masiva de un lugar que se encontraba seco. Las causas pueden ser diversas, incluyendo las precipitaciones, los desbordes fluviales y costeros, el cambio climático, la rotura de presas, entre otras.

Este fenómeno tiene carácter excepcional y el tipo más frecuente es el fluvial, en el cual el exceso de precipitaciones aumenta el caudal del río, superando la capacidad del cauce del mismo y, finalmente, desbordando sus márgenes. Ejemplos de ello, son las famosas inundaciones del río Missouri en EE.UU. en el año 1993 y del río Salado en Argentina en el año 2003.

HURACANES

Un huracán es un sistema de vientos de fuerza extraordinaria que suele formar torbellinos girando en grandes círculos, cuyo diámetro se expande conforme se dilata temporalmente llegando a los 50km.

También se puede definir un huracán como un sistema de tormentas que circula en torno a un centro de baja presión (ojo del huracán), generando vientos y lluvias. Las bandas nubosas con el aire circulante giran en sentido de las agujas del reloj en el hemisferio Sur y al contrario a estas en el hemisferio Norte.

Los huracanes suelen producirse en regiones tropicales o subtropicales sobre el océano. Así, el proceso de formación comienza por la evaporación que se produce en el mar, donde va cobrando fuerza y comienza a desplazarse. Dependiendo de la zona geográfica existen diferentes términos para referirse a este fenómeno natural: tifón (oeste del Pacífico), tanio (Haití), cordonazo (América del Norte o Central), entre otros.

TERREMOTOS

Los terremotos son movimientos sísmicos, causados por la brusca liberación de energía acumulada durante un largo tiempo.

Un terremoto siempre presenta un punto de origen, conocido como hipocentro, localizado en el interior de la corteza terrestre y un punto en la superficie terrestre, llamado epicentro y ubicado en la vertical del hipocentro. Es en el segundo punto donde se adquiere su máxima intensidad. En casi todas las situaciones, tras el primer temblor se producen sismos de menor intensidad, denominados como réplicas.

La magnitud de la fuerza del movimiento sísmico suele medirse de acuerdo a la Escala de Richter. Se trata de una escala logarítmica que asigna un número para cuantificar la energía liberada por el terremoto. Esta escala mide magnitudes comprendidas entre 2 y 10, aunque en la historia de la humanidad nunca se ha registrado un sismo de esta última magnitud.

DESLIZAMINETOS

Un deslizamiento es un tipo de movimiento en masa de tierra, característico por un descenso masivo y rápido a lo largo de una pendiente, y provocado por la inestabilidad de un talud.

Este desastre natural se produce cuando una gran masa de terreno se convierte en inestable y acaba por deslizarse como masa única sobre la parte de terreno estable. Suelen estar causados por la absorción de agua a una profundidad determinada que cambia la densidad de la capa subyacente y, por tanto, genera un plano de deslizamiento.

Se trata de un proceso dilatado en el tiempo, puesto que se debe absorber el agua necesaria para permitir el deslizamiento del material superior. Además de estar provocados por las lluvias que humedecen el suelo, también puede ser debido como efectos de sismos de cierta intensidad.
Se pueden diferenciar dos tipos de deslizamientos: rotacionales y traslacionales. Los primeros son frecuentes en terrenos homogéneos y cuya superficie de falla tiene forma curva y, como consecuencia, la masa deslizada se acumula al pie de la ladera. En cambio, el segundo tipo mencionado, se genera en suelos donde la rotura se produce mediante una o varias superficies de falla planas y orientadas a favor de la ladera.

SEQUÍAS

Una sequía es una anomalía transitoria, caracterizada por valores de precipitaciones inferiores a los normales en un área geográfica determinada en un periodo prolongado de tiempo.

La causa inicial es la insuficiencia de precipitaciones, hecho que conlleva escasez de recursos hídricos necesarios. El término es relativo, puesto que la disponibilidad de agua depende por un lado del suministro y por otro de la demanda. Por tanto, podemos hablar de sequía cuando la disponibilidad de agua se sitúa por debajo de lo necesario para abastecer las necesidades de los seres vivos que habitan en una región en cuestión.

Es importante saber diferenciar el concepto de sequía y aridez. De este modo, aunque la sequía es una anomalía natural transitoria y suficientemente prolongada, la aridez es una situación natural y permanente de un territorio. Sin embargo, este hecho no implica que haya déficit si existen sistemas de explotación bien diseñados y la demanda se encuentra entre límites moderados.